Ultimo capitulo del viaje: Niagara Falls

Esperando para abordar el bote, envueltos en nuestros impermeables azules

Luego de haber obligado a los chicos a recorrer museos y a otras cosas no muy emocionantes para ellos, decidimos recompensarlos quedandonos en un hotel que tenia un parque de agua en Niagara Falls. Se sentia como Orlando, habia hasta hilo musical en el estacionamiento. Luego descubrimos que el pueblito de Niagara Falls era una version mas horrible de Orlando... Pero me adelanto. El asunto es que nos quedamos en nuestro hotel con parque de agua, literas en el cuarto con murales de animalitos, y los chicos fueron felices y anunciaron que aquello era lo mejor del viaje. Yo no creo que haya sido lo mejor del viaje, pero reconozco que fue la parte del viaje donde mas me rei, gracias a los toboganes de agua del lugar, en particular uno en donde uno desemboca en un gran espacio circular para luego ser succionado por un hueco en el medio de todo aquello.
Por supuesto fuimos a ver los famosos falls, y nos montamos en los famosos botes que se acercan a las cascadas. Uno lleva impermeables azules, y realmente son necesarios, porque uno se moja. El agua se arremolina y el bote se bambolea y aquello da mucha emocion. Desde cerca, las cascadas, sobre todo en el lado canadiense, se ven como una pared de agua imponente y amenzante. Es increible pensar que existen seres temerarios que se han lanzado cascada abajo, buscando medir su valor, y buscando tambien la fama.
Una de las cosas que mas me gusto de este trecho del viaje (aparte del tobogan que ya mencione) fue ir al pueblito de Niagara-on-the-Lake. Uno puede llegar a traves del Niagara Parkway, una pequenna carretera llena de arboles que en ese momento estaba hermosos con los colores del otonno. Tambien esta llena de casas inmensas que me hicieron suspirar de envidia, lo reconozco. El pueblito en si es muy pintoresco y bonito, con pequennos bed and breakfast, jardineras de flores, y tienditas cuchis.
Y lo que menos me gusto fue el pueblo de Niagara Falls, el Orlando de pesimo gusto que mencione mas arriba. Aquello no tiene ni pies ni cabeza, los restaurantes familiares se intercalan con tiendas cuyas vitrinas harian ruborizar a cualquiera, hay casinos y museos cursilones. Puedo decir sin temor a equivocarme que es el pueblo mas feo de todo Canada. Pobres cascadas, tener que estar en semejante compannia!
Y ese fue el viaje. Realmente fue un buen viaje, y disfrute mucho de poder disfrutar los distintos sabores de este pais tan grande. Me parecio que el este no tiene nada que ver con las praderas, y creo que en eso radica la grandeza y la riqueza de este pais... Bueno, basta de patriotismo por el pais adoptado. Fue, sin duda, tremendo viaje.