Maui parte 1

Estoy ocupada conversando con mi mama, quien esta de visita, y no tengo tiempo de bloguear. Pero tengo que hacerlo, porque luego se me olvidan las cosas. Muchas veces el Oso y yo tratamos de recordar algo sucedido hace ya tiempo, y no lo logramos, y yo pienso que no importa que la memoria falle, porque "eso seguro esta en el blog". Asi que aqui va mi post playero de nuestras vacaciones en Maui.

Pasamos dos semanas deliciosas alla, junto con mi mama, mi hermana y su esposo. Hicimos todas las cosas de viajes anteriores y otras nuevas. Voy a contarlas todas, porque las repetidas tuvieron un sabor diferente, en parte porque ahora estaban mi hermana y su esposo en el grupo, y en parte porque uno cambia tambien.
Mis dos ninnos eran como dos ninnos nuevos. Nada quedaba de la cautela de MB cuando fuimos la ultima vez, MB fue un sujeto temerario en lo referente al mar, parecia un pecesito. Y DB, que habia sido tan osado anteriormente, estaba mucho mas respetuoso de las olas. Esto es por supuesto una leccion para mi. Los chicos estan en pleno crecer, y eso implica cambios constantes, cambios fisicos y de personalidad. No son personitas estaticas. Espero que DB supere este miedo marino, y no se quede como yo, que le tengo un respeto al mar que raya en el temor. Se lo deseo asi pues el mar puede ser inspirador para muchas personas. Y es tan hermoso!

Aqui van mis recuerdos, sin un orden en particular:

- El primer dia: fuimos a la playa que queda al cruzar la calle de donde estabamos quedandonos, Kamaole II. Alli empezo el romance entre la playa y mis dos nenes. Aquello era mejor que un parque. Cuando se cansaban de las olas, estaba la arena. Resulta que la playa es lo mas entretenido del mundo, y se puede pasar todo el dia alli, literalmente, y nadie se cansa.

- El dia de Halakeala. Este fue el segundo dia. Anunciaban mucho sol, y decidimos subir a Halakeala, la gran montanna en la parte central de la isla, desde donde se pueden ver crater volcanicos y colores que parecen sacados de otro planeta. Es la tercera vez que hacemos este paseo, pero la primera vez que no nos congelamos al bajar en el mirador de Leleiwi, y la primera vez en que la vista no estaba obstruida por nubes. Los conitos volcanicos estaban alli, en todo su esplendor, y con aquellos colores increibles. El Oso les dio una clase de geologia a los chicos acerca de la formacion de Hawaii. Los chicos se quejaron de la falta de mar y arena. Mas tarde DB escribio en su diario que habia ido a un "boring hill". Me dio tanta risa!

Haleakala en todo su esplendor

- El paseo por Wailea. Una noche, al atardecer, recorrimos el camino que va bordeando el mar en Wailea, que es la zona de los grandes resorts. El atardecer no estuvo todo lo esplendoroso de otros dias, pero el paseo es igual lindo, y uno puede burlarse de los resorts carisimos o envidiarlos, como sea. Terminamos todos en Polo Beach, una de nuestras playas preferidas, donde organizamos unas carreras entre los chicos, el Oso y yo. El Oso tuvo una caida tan aparatosa, de barriga, que al principio pensamos que lo habia hecho a proposito para divertir a los chicos. Salio ileso.

- El dia de las tablas. Mi hermana decidio que queria hacer "paddle surfing", asi que alquilamos un par de tablas. Uno se para sobre una tabla con un remo y vas adonde quieras. Las tablas eran inmensas, inmensas. Mi hermana, quien es pequenna, mas bajita que yo, se veia enana al lado de la tabla. A duras pensas las transportamos desde el carro hasta la playa (luego nos dimos cuenta de que tenian un huequito en su centro donde uno podia meter la mano para cargarlas convenientemente, pero eso fue mas tarde). Primero salieron mi hermana y su esposo en su tabla. Greg (mi cunnado), no lo hizo tan bien. La Cha en cambio no tuvo ningun problema. Al rato de estar remando sentada sobre la tabla, se paro, y no hubo quien la detuviera.  Se veia bellisima sobre su tabla, elegantisima, como si aquello fuera lo mas facil del mundo. Luego intente hacerlo yo. Primero estuve un rato sentada, remando. Primer problema: falta de upper body strength. No lograba remar bien. Luego de hacer meditaciones e invocaciones budistas ("I am one with the board, I am one with the board") me pare. Es como estar parado sobre una cama de agua. A los pocos segundos me cai de rodillas. Luego me volvi a parar, lo suficiente como para que el Oso capturara el momento con la camara y lo eternizara y pareciera que pase horas alli parada como si nada, cuando en realidad fueron solo unos minutos. Mi hermana siguio, elegantisima. El Oso lo intento despues. Mi Oso, impacientisimo, tuvo unas caidas aparatosisimas, y comiquisimas (no le paso nada).

Yo cayendome de rodillas, el Oso cayendose, y la Cha bellisima

Ese dia tambien alquilamos unos kits para hacer snorkel. Resulta que estabamos en la playa perfecta para hacer snorkeling, Po'olenalena Beach. Mi hermana y Greg vinieron con reportes de haber visto peces bellisimos y tortugas. Luego fue el turno del Oso y yo. Fue mi primera vez haciendo snorkeling. Mencione ya que le tengo respecto al mar? Estaba asustadisima. El Oso y yo nos acercamos a las rocas con cuidado, y cuando lo hicimos, mirando por debajo del agua, no podia dar credito a mis ojos, no podia creer el mundo tan diferente que estaba alli, a poquisimos metros de la orilla de la playa. Los reportes eran ciertos: peces de colores, de diferentes formas, y una tortuga placidamente flotando y dejandose llevar. No me queria salir del agua, me encanto! Ese dia tambien DB y MB tuvieron sus primeros intentos corriendo olas con sus tablas, y tambien jugamos mucho y la Cha hizo una escultura de arena de una tortuga, y luego juntas hicimos un Buddha sentado.

- El dia del blowhole. Nos fuimos todos a ver el Nakalele Blowhole, que es una apertura en el suelo del roca por la cual el agua del mar entra y se forma un chorro de agua. Es un sitio magico y no carente de peligro, donde se puede sentir la furia del mar, y la fuerza de la naturaleza. Primero nos paramos en un sitio equivocado, pero valio la pena, pues conseguimos, alli, en un acantilado frente al mar, un laberinto marcado en el suelo con cantos rodados. Todos nos divertimos corriendo por el laberinto, que era mas bien un camino que daba vueltas y llegaba al centro (no habian falsos caminos como en los laberintos). He buscado en internet y no consegui que hace ese laberinto alli. Total que seguimos por la carretera un par de minutos hasta conseguir el estacionamiento correcto. En la bajada conseguimos dos cruces y un letrero de advertencia, recordatorios de que el blowhole puede ser mortal si te acercas demasiado. El camino es un pedregullero espantoso y dificil pero las vistas son sin igual. Y al fondo, se ve el agujero en el suelo de roca, por el que salia una columna de agua de mar. Como nos dijo otro turista que andaba por alli, el blowholes estaba particularmente espectacular ese dia. Mantuvimos una distancia prudencial y nos deleitamos. Descubrimos que cada vez que salia la columna de agua, se formaba una nube casi invisible de gotitas que podia empaparte si te encontrabas justo en el camino del viento. Luego lei en un libro que el aspecto agujereado de las rocas en cierto lugar no se debia a razones volcanicas, sino justamente a ese rocio fortisimo que proviene del blowhole.

DB frente al blowhole

De regreso del blowhole nos paramos a comprar banana bread en un stand atendido por un hombre enorme y sin dientes. Y en otro pequenno tarantin sin nadie que lo atendiera (uno deja el dinero en una alcancia) compramos dos pinnas por 5$ las dos, que resultaron ser dulces y maravillosas.
Este mismo dia nos fuimos a una playa a la que visitamos por primera vez. Se llamaba Napili, y la apodamos la playa loca. Tenia una pendiente suave en la orilla y unas olas loquisimas que se veian enormes pero que luego morian mansamente en el borde de la playa. Los chicos disfrutaron muchisimo. Ademas vimos tres tortugas, y descubrimos, entre las rocas, pecesitos, cangrejos y erizos de mar. Despues de eso nos fuimos a Lahaina, el pueblo bonchon de Maui, o al menos esa es la impresion que me da siempre. Esta lleno de gente caminando y turisteando. Nos fuimos a Bubba Gump, un restaurant ruidosisimo que nos encanta porque los chicos pueden hacer bulla y los grandes tambien y nadie se entera. Ademas, sirven diferentes platillos de camarones, y los chicos aman comer camarones. A DB y MB les compramos unos vasos que se iluminan. Ohhh, tacky tacky, pero que importa! A veces para un chiquito la felicidad proviene de un vaso que echa luces de colores.

Llevo tantos dias queriendo escribir este post, sin lograrlo, que lo voy a dejar asi de este tamanno para publicarlo y luego escribir la segunda parte. Me falta: el paseo hacia Hana, la mannana snorkeling en Molokini, las puestas de sol, y ya vere que mas.

Mi Oso poetico tomo esta foto